Vivir nuestros valores

1º encuentro de Cultura Kinich School

El pasado viernes 9 de octubre tuvimos por primera vez nuestro Encuentro de Cultura Kinich.

Este espacio mensual reúne a todos los coaches, alumnos y equipo de Kinich School con la intención de crear actividades dinámicas y divertidas en las que juntos podamos dar sentido y corresponsabilizarnos de vivir la cultura Kinich, es decir, las acciones, valores y mentalidades que nos caracterizan.

En esta ocasión presentamos por primera vez a nuestros alumnos los Motores Kinich, que representan nuestros principales valores, compartiendo con ellos su definición y lo que significan para nosotros:

• Amor: Ponemos entrega y pasión en lo que hacemos.

• Curiosidad: Tenemos el corazón abierto y la mente enfocada.

• Diversidad: Valoramos la individualidad y celebramos las diferencias.

• Transformación: Nos reinventamos y mejoramos nuestro entorno.

El momento más emocionante de este encuentro fue la asignación de Casas. Cada coach y alumno (o Kinnie, como les llamamos en Kinich) fue asignado a una Casa que representa a uno de estos Motores, lo que significa que a partir de ese momento se convierte en su guardián y protector.

Una a una se fueron revelando las asignaciones de cada quién, hasta que todos sabíamos qué Casa nos cobijaría para el resto de este ciclo escolar.

Como última actividad, nos dividimos en grupos para conocer a los otros miembros de nuestra Casa, lo que nos permitió convivir y socializar con niños de otros grados, desde 1º hasta 9º. Teníamos que enfrentar nuestro primer Reto: crear la porra oficial de nuestra Casa. Iniciamos con una lluvia de palabras acerca de qué ideas nos venían a la mente cuando pensábamos en nuestro Motor. Y después venía lo difícil: unir esas palabras en oraciones coherentes y que rimaran para armar nuestra porra.

Entre risas y un poco de pena, regresamos a plenaria para presentarle a todo el colegio la porra que habíamos creado. De esta manera, demostramos nuestra creatividad, ingenio y colaboración.

Cuando terminó el tiempo del Encuentro y nuestra directora Ángeles nos dijo adiós, no queríamos irnos; nos quedamos todavía un gran rato despidiéndonos, mandando aplausos y emoticones y agradeciendo por el espacio.

Es muy emocionante ver todo lo que los niños y jóvenes son capaces de hacer cuando creamos los espacios propicios para que se expresen.